De ese modo culmina una larga etapa de 16 años de este programa, en la que sus propuestas fueron acogidas con entusiasmo por innumerables pueblos del Perú y países vecinos, los que la reconocieron como su Embajada Cultural ante el Mundo, por poner en la agenda de nuestros gobiernos, la necesidad de poner en valor el Qhapaq Ñan, gigantesco patrimonio arqueológico que había sido sepultado en el olvido por muchos siglos.
Resulta oportuno mencionar que si bien este programa nació formalmente el año 2000, sus orígenes se remontan a 1995, cuando visitó nuestro país la “Ruta Quetzal 1995 – Viaje al Mundo Inca ”, expedición española cuyo propósito era conmemorar la misión científica efectuada por los españoles Antonio de Ulloa y Jorge Juan, recorriendo el Camino Real del Sol Qhapaq Ñan de Quito a Cusco, en el siglo XVII. Como funcionario diplomático en la Dirección de Asuntos Culturales de nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores, recibí el encargo de efectuar las coordinaciones de la mencionada Ruta Quetzal, oportunidad en la que pude tomar conciencia de la importancia de esa red vial de caminos. Fue por ello que me permití plantear que la Comisión Multisectorial que nuestro Ministerio constituyó para apoyar esta expedición, pudiera tornarse permanente para continuar la promoción del Qhapaq Ñan con la organización de nuevas expediciones, esta vez bajo liderazgo peruano. Me entristece recordar que el escarnio e indiferencia que sufrí en nuestro Ministerio que incluso me sometió a exámenes psicológicos en busca de argumentos para apartarme del Servicio Diplomático, me llevó a tocar otras puertas, que a la postre solo me acarreó mayores hostilidades y un proceso administrativo, que culminó cuando el entonces Primer Secretario Augusto Jiménez Bazán (miembro del Comité Ad Hoc que vio mi caso), me conminó a firmar por ordenes superiores, una carta de renuncia redactada por él mismo, bajo apercibimiento que de no suscribirla, sería destituido al amparo de la fragilidad democrática que sufría nuestro país en el año 2000.
De ese modo, se oficializó “mi renuncia” y fui apartado del Servicio Diplomático sin ninguna indemnización ni beneficio alguno. Fue luego de este atropello que apelé a la majestad de los pueblos enclavados a lo largo y ancho del antiguo Tahuantinsuyo, para crear un programa con vocación universal con el fin de promocionar la importancia del Qhapaq Ñan, iniciativa que sin duda tuvo una gran influencia para que nuestros gobiernos finalmente le otorgaran una gran importancia y prioridad después de varios siglos, al punto que consiguieron de la UNESCO, su reconocimiento como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Si bien en el año 2001, el entonces Instituto Nacional de Cultural tuvo una auspiciosa opinión de la Ruta Inka con Oficio N°560-2001-INC/DN, sin embargo cuando diversos pueblos solicitaron al Congreso de la República que exijan una explicación al Supremo Gobierno por no otorgar a nuestro programa las mismas facilidades otorgadas a la afamada Ruta Quetzal, entonces el Ministerio de Educación conminó al INC revisar su informe, la que desde el 2002 hasta la fecha ha descalificado nuestro programa como inviable, al tiempo de promover que los pueblos nos retiraran su apoyo. No obstante, seguimos adelante con apoyo de los países vecinos y diversas instituciones, frente a lo cual, el Ministerio de Cultura del Perú institucionalizó una expedición Ruta Qhapaq Ñan, para así bloquear en el Congreso de la República, el pedido de numerosos pueblos que solicitaban la oficialización de Ruta Inka mediante una Ley.
En la fecha, me estoy viendo en la necesidad de alejarme del Perú, debido a que he agotado todos mis recursos económicos sosteniendo este pionero y visionario programa por 16 años, con la ilusión de ser reivindicado por nuestros pueblos, luego del despiadado y abusivo atropello que me infringió nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores en el año 2000. Es posible que la defenestración de los 117 funcionarios al amparo de la dictadura fujimorista sea el mayor atropello de la Cancillería en nuestra historia republicana, pero ellos alcanzaron justicia y fueron desagraviados y repuestos en sus cargos, al tiempo que el suscrito, no solo fue extorsionado para firmar su carta de renuncia para no reconocerle ningún derecho, sino que todo parece indicar que el ex Ministro de Relaciones Exteriores Diego García Sayán, instó a su colega Nicolás Linch, para descalificar este programa que ya tenía la opinión favorable del INC, con lo cual, mis arduos esfuerzos no alcanzaron los objetivos trazados, aun cuando tuvo una gran repercusión en la conciencia de nuestros pueblos como puede verse en las resoluciones, convenios y diversos documentos que nos otorgaron numerosas autoridades a lo largo y ancho del antiguo Tahuantinsuyo. Sin otro mérito que ampliar la exposición de la repercusión de este programa, adjunto el boletín “Buenas Noticias Ruta Inka” que se puso en circulación para publicitar nuestra última edición, así como un disco con imágenes de algunas de nuestras expediciones, junto a un disco con canciones alusivas a Ruta Inka, que prestigiosos artistas del Perú y el extranjero compusieron en solidaridad con nuestros pueblos y sus objetivos de consolidar esta Embajada Cultural.
Por ello, le ruego que como expresión de respeto y aprecio a los pueblos que reconocieron a esta Ruta Inka como su Embajada Cultural, desde su Superior Despacho se contemple la posibilidad de convocarme para institucionalizar este programa como una alternativa sudamericana a la afamada Ruta Quetzal, para beneplácito de nuestros pueblos que al respaldar la Ruta Inka, claman con fuerza por el fortalecimiento de su identidad, su memoria y su herencia cultural; al tiempo de promover la hermandad de nuestros pueblos con el protagonismo de estudiantes de excelencia y periodistas nacionales y extranjeros. Le ruego también que esa superioridad piense aunque sea por un segundo, que es de justicia reparar este gran atropello del que he sido víctima al amparo de la dictadura. Si bien se podrá decir que renuncié, no obstante, toda la Cancillería sabe que fue una renuncia suscrita bajo una amenaza de destitución, que luego de la separación de 117 diplomáticos, parecía muy factible a inicios del año 2000. Por mi obsesión de iniciar la promoción del Qhapaq Ñan, opté por no acudir a los fueros judiciales, sino que preferí apelar a la majestad de nuestros pueblos enclavados en los andes, cuyo respaldo considero que debe ser merituado por su Superior Despacho.
Estoy seguro que un acto de grandeza humana que reivindique a un funcionario tan honesto y comprometido con nuestra cultura andina, sería aplaudido por los pueblos que respaldan la Ruta Inka, en circunstancias en que la opinión pública percibe que la administración pública está infestada con la presencia de servidores públicos corruptos al más alto nivel, que insultan la pobreza de millones de nuestros compatriotas. No omito informar que al anunciar la pasada expedición, se informó a nuestros pueblos que en el futuro este programa tendría una periodicidad bienal, para que pueda despertar más expectativa y desarrollarse como una auténtica universidad itinerante de sabiduría ancestral, por lo que si se tiene la aprobación de su Superior Despacho, en la fecha que se disponga más conveniente, se podría anunciar la Ruta Inka 2018, luego de efectuar los acercamientos con los países vecinos y autoridades interesadas, para así convocar a estudiantes y periodistas nacionales y extranjeros. Si su Superior Despacho lo estima pertinente, se me puede convocar para exponer directamente este programa, notificándoseme oportunamente al correo electrónico This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Al despedirme de la manera más respetuosa, hago propicia la ocasión para desearle mis mayores deseos de éxito en la delicada responsabilidad que el Supremo Gobierno le ha confiado.
Muy atentamente
Lic. Rubén La Torre Valenzuela
Presidente Embajada Cultural Ruta Inka