Preservar y conservar la Ruta Inka como un patrimonio cultural vivo, promoviendo su uso público y educativo para fortalecer la identidad cultural y el desarrollo sostenible de las comunidades locales.
Convertir la Ruta Inka en un símbolo de integración regional y un motor de desarrollo económico y social, destacando la importancia de la participación comunitaria y la igualdad de género en todos los procesos